martes, 31 de mayo de 2011

Una decisión ética

Imagínese que un ser de otra galaxia, merced a su tecnología superior, se presentara en la Tierra. Lo reciben los principales dignatarios y las cúpulas militares y científicas de los principales países. El sujeto da pruebas de ser quien dice ser y muestra unos sencillos e inocuos ejemplos de tecnologías desconocidas. Al ser preguntado por el método de poder viajar a velocidades supralumínicas, el extraterrestre asegura que ciertas energías permiten trasladarse a velocidades mil veces superiores a la velocidad de la luz. Pero se excusa de explicarlas o dar pistas sobre estas energías porque, afirma, poseen un poder destructivo tan superior al que conocen los terráqueos, que resultaría difícil de concebir. Los militares y los científicos se interesan enseguida sobre este tipo de energía e insisten en que se les confiera su secreto prometiendo hacer buen uso de ella. El extraterrestre sonríe y dice:
- Sometamos esto al albedrío de un ciudadano corriente.
El extraterrestre amplía una pantalla en el aire y señala a un ciudadano de una ciudad occidental que camina despreocupado por la calle. Merced a sus poderes hace que esa persona se desplace físicamente al lugar de la reunión. Se le informa a este ciudadano de lo que allí ocurre, se le explica los poderes de esa energía y se le pide que él decida si el extraterrestre debe proporcionarles el secreto de esta energía para, le dicen, el bien de la humanidad. El ciudadano se rasca la cabeza y se dispone a contestar.
Llegados a este punto yo les propongo el siguiente juego. Si ustedes fueran ese ciudadano, ¿qué decisión tomarían? ¿Proporcionarían a los científicos de la tierra y a los militares el secreto de esa poderosísima energía? En sus manos dejo esta peliaguda elección moral. Yo, por mi parte, sé lo que respondería. Y quien haya seguido mi blog también sabe cuál sería mi respuesta. Pero, ¿y la vuestra? ¿Cuál sería vuestra decisión?

La oveja feroz
31.05.11

viernes, 27 de mayo de 2011

Vigencia de las leyes bíblicas

La doctora Laura Schlessinger es una conocida locutora de radio de los Estados Unidos que tiene un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono. En uno de estos programas atacó duramente la homosexualidad, apoyándose en que así lo indica la Biblia en el Levítico, versículos 18:22. Este ataque originó la siguiente respuesta en forma de carta abierta dirigida a la Dra. Laura, y que fue hecha pública en Internet:

"Querida Dra. Laura:
Gracias por dedicar tantos esfuerzos a educar a los oyentes en la Ley de Dios. Yo mismo he aprendido muchísimo de su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas con las que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito tan sólo a recordarle que el Levítico, en sus versículos 18:22, establece claramente que la homosexualidad es una abominación.
Sin embargo, necesito algún consejo adicional de su parte respecto a algunas otras leyes bíblicas y cómo cumplirlas:
a) Cuando quemo un toro en el altar como sacrificio, sé que emite un olor que es agradable al Señor (Levítico 1:9). El problema está en mis vecinos. Argumentan que el olor no es agradable para ellos. ¿Debería castigarlos? ¿Cómo?
b) Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como sanciona el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio cree que sería el más adecuado?
c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su periodo de impureza menstrual (Levítico 15:19-24). El problema que se me plantea es el siguiente: ¿Cómo puedo saber si lo está o no? He intentado preguntárselo, pero bastantes mujeres se sienten ofendidas.
d) El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?
e) Tengo un vecino que insiste en trabajar en el Sabat. El Éxodo, 35:2, claramente establece que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo? ¿Me podría apañar usted este tema de alguna manera?
f) Un amigo mío mantiene que aunque comer marisco es una abominación (Levítico 11:10), es una abominación menor que la homosexualidad. Yo no lo entiendo. ¿Podría usted aclararme este punto?
g) En el Levítico, 21:20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿La agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se puede relajar un poco esta condición?
h) La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo arreglado y bien cortado, incluso en la zona de las sienes a pesar de que esto está expresamente prohibido por el Levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?
i) Sé, gracias al Levítico (11:6-8), que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. Así y todo, ¿puedo continuar jugando al fútbol si me pongo guantes?
j) Mi tío tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico, 19:19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Él además se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Levítico 24:10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Levítico 20:14)
Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.

La oveja feroz
27.05.11

lunes, 23 de mayo de 2011

Ya tenéis lo que queríais, ¿y ahora qué?

A pesar de que “El roto” ya lo advirtiera ayer con una magnífica viñeta:


















Habéis traído al lobo. Ahora, cuando sintáis las primeras dentelladas no os quejéis. Quizás el pastor anterior no fuera muy diligente, perdiera a menudo el rumbo de los pastos, pero atendía a las ovejas heridas y tenía buenas palabras para aquellas que apenas comían por el egoísmo de las ovejotas neoliberales. Ahora sabréis lo que es la falta de piedad. El pasto será de pago y si quieres que te curen las heridas, habrás de hacerte de alguna mutua pecuaria cuyos dueños son los que te gobiernan. En fin, paciencia. Sólo quería amargar la fiesta a los vencedores, pero me temo que esos no me leen. Bueno, pero me desahogo, que ya es algo.

La oveja feroz
23.05.11

viernes, 20 de mayo de 2011

Libros que usted jamás pensó que existieran VI

1001 excusas
(Cómo librarte y salir… ¡de casi todo!)
Autores: George Zgouridos & Nancy Pickering, 211 páginas


Si es usted una persona amable, poco conflictiva, uno de esos a los que les suelen caer todos los marrones, este libro le ofrece técnicas y métodos de eficacia probada para evitar semejante estado de cosas. 1001 excusas le ofrece frases y disculpas apropiadas para enfrentarte a todos esos manipuladores que quieren aprovecharse de su buen carácter. Porque la sinceridad es solo un alarde sentimental de la conciencia, y la franqueza propicia que al final nos aguarde el honor de la decepción. Los nuevos derechos del hombre necesitan antilegisladores. Y esto es lo que proporciona este libro, el derecho a defenderse del abuso. He aquí algunas de las secciones del libro: No te sientas como un felpudo nunca más; el problema reside en la manipulación; respuestas rápidas: excusas para gente amable; excusas desesperadas: exageraciones y mentiras piadosas; excusas para el trabajo; excusas para casa; excusas para la escuela; excusas en el teléfono; excusas para las citas; como saber si eres un pardillo; test para conocer tus necesidades de ayuda; y mucho, mucho más...

Si deseas adquirir alguno de los libros reseñados,
dirígete a la siguiente dirección:

www.loompanics.com

La oveja feroz
20.05.11


lunes, 16 de mayo de 2011

Las instituciones tienden a perpetuarse

En un artículo sobre el terrorismo, Sánchez Ferlosio sostiene que todas las instituciones humanas tienden, por su propia configuración ontológica, a convertirse en fines en sí mismos, a perpetuarse al margen de los fines para los que han sido creadas. Ellas se convierten en razón suficiente de su propia existencia. Y de estas instituciones, aquellas que se hallan trabadas por vínculos de sangre y muerte, tan poderosos, en mucho mayor grado que las que se basan en intereses o en el dolor. En suma, una banda terrorista, aun cuando sus fines se hayan diluido, o no posean ya la misma prioridad o urgencia, tenderá, por la propia inercia del organismo, a perpetuarse, a no desaparecer. Se me ocurre que esta perpetuación se ve reforzada por el aspecto burocrático de todo “negocio”: gente que vive de ello, matones, organizadores, extorsionadores. Muchos puestos de trabajo.
Pues bien, creo que Sánchez Ferlosio tiene razón, o razones, pero estas razones, que sirven para analizar un aspecto del terrorismo, sirven también para analizar las múltiples asociaciones de víctimas del terrorismo. Sin entrar en su legítimo dolor, en su lucha por el reconocimiento de las vidas sesgadas por la irracionalidad terrorista, estas instituciones están también sujetas a las mismas leyes de perpetuación, a la inercia de la supervivencia, que depende, principalmente, de que exista el enemigo exterior, la causa de su creación. Si además estas asociaciones están instrumentalizadas por ciertos sectores políticos, que se aprovechan de ellas para sacar réditos electorales, su perduración y su instinto de supervivencia se acentúan. Es por eso que muchas veces da la impresión de que estas instituciones prefieren que el terrorismo siga, que continúen las muertes, pues es la propia supervivencia de los asesinos y su ideario lo que las mantiene, su razón de existir. Quizá por ello que se oponen con todas sus fuerzas ante posibles conversaciones del gobierno para llegar a un acuerdo que acabe con la situación, un acuerdo que pondría en peligro su razón misma de existir, aunque ello conllevara la extinción de la banda terrorista. Y aún menos lo consentiría el sector político que reditúa estos movimientos, pues se les acabaría una fértil fuente de indignación ciudadana que poder dirigir contra el partido al que se oponen. No digo que los miembros de las AVT’s se opongan conscientemente a cualquier intento de poner fin al terrorismo de las que son víctimas, es la propia institución, su inercia, la conveniencia de sus gestores (bien retribuidos y con proyección mediática) lo que se opone a éste, por otra parte loable (y presuntamente perseguido), fin de la violencia terrorista. He dicho.

La oveja feroz
16.05.11

jueves, 12 de mayo de 2011

Los creyentes, según García Viñó


“Hace tiempo que pienso que a los creyentes los unifican una serie de características. La primera es que quieren que lo que ellos creen se corresponda con la realidad, a la fuerza y saltándose alegremente toda evidencia en contrario. Luego está su escandalosa falta de información voluntaria– sobre lo que temen que, bien estudiado, podría suscitarles dudas. Ello les resulta hacedero porque, tercero, sus mentalidades están absolutamente reñidas con la lógica. Finalmente: son personas sin el menor espíritu crítico y con unas enormes tragaderas.
El siglo XXII será ateo o no será”.
(Manuel García Viñó)

¿Alguien puede no estar de acuerdo?

La oveja feroz
12.05.11

domingo, 8 de mayo de 2011

Solución final para la lujuria

A tenor de las encuestas sobre las próximas elecciones municipales y autonómicas, que indican un avance imparable de los conservadores, corruptos y meapilas en este país, previendo que vamos a estar gobernados por grupos de creyentes radicales y no erradicables, propongo al lector participar en un negocio que tendrá el éxito garantizado. Ya he preparado incluso el anuncio y el eslogan para su publicidad:













¿Qué me dicen? Seguro que en comunidades como Valencia y Madrid, donde los corruptos e intransigentes meapilas van a obtener mayorías aplastantes, nos comprarán el invento por millones. Incluso, preveo, lo repartirán entre los escolares. Entre los sacerdotes no, no sea que interfiera con sus habituales prácticas de enseñanza a los niños. Quien desee participar en el negocio, que se ponga en contacto conmigo a través de la página web: www.condóncilicio.org.

La oveja feroz
08.05.11

miércoles, 4 de mayo de 2011

Un poco de humor, para desengrasar

El padre recalcitrante
Esto son dos amigos que se encuentran por la calle:
- ¿Qué tal te va la vida, tío?
- Fatal, el otro día enterramos a mi padre.
- ¡No me digas! ¿Cómo ocurrió?
- Pues nada, estábamos en el balcón haciendo una barbacoa y de pronto se acerco demasiado al fuego y...
- Ya, se quemó vivo, ¿no?
- No, qué va. Del susto se echó hacia atrás y tropezó con la barandilla del balcón...
- Y se cayó por el balcón y se mató, ¿no?
- No, para nada. Resulta que en la caída pudo agarrarse a la cornisa, pero se empezó a resbalar y...
- Ya, se la dio contra el suelo, ¿no?
- Que va. Alguien había llamado a los bomberos, que habían puesto abajo la lona, pero tuvo tan mala suerte que rebotó y...
- Por fin se la pegó, ¿no?
(El amigo empieza a ponerse nervioso).
- No, en el rebote se pudo coger a un cable de alta tensión...
- !Se electrocutó!
- No, como estaba haciendo la barbacoa llevaba guantes, pero el cable cedió y se rompió...
- ¿Y por fin se la pegó?
- No, porque los bomberos habían corrido la lona debajo de él, pero aun así rebotó, y antes de caer se pudo coger a la cornisa de otro piso...
- !PERO ME QUIERES DECIR DE UNA PUTA VEZ CÓMO COÑO MURIÓ TU PADRE!
- Verás, al final los bomberos tuvieron que abatirle a tiros.

La oveja feroz
05.05.11

domingo, 1 de mayo de 2011

El experimento Milgram y la verdadera condición humana

Sitúense en la Universidad de Yale, en 1960. A un grupo de voluntarios pagados se les dijo que estaban ayudando a un experimento sobre los efectos del castigo en el aprendizaje. Cada voluntario se sentaba en un lugar desde donde observaba a alguien sometido a un test, una persona que llevaba electrodos conectados a un panel de mandos donde operaba. El voluntario fue instruido en el sentido de que, cada vez que el sujeto contestara erróneamente a una pregunta, debía tirar de un interruptor que resultaría en una dolorosa descarga eléctrica en el sujeto del experimento. Cada nueva pregunta equivocada, aumentaría el voltaje de la descarga. En total había treinta interruptores, que iban desde el rango denominado “efecto liviano” hasta “Peligro-descarga peligrosa”.
Al voluntario se le ocultó, sin embargo, que el sujeto del test era un actor y que en realidad no se producía ninguna descarga. El actor simularía un dolor cada vez que el voluntario tirase del interruptor. Cuando un voluntario se mostrase renuente a tirar del interruptor, el encargado debía decirle algo del estilo: “El experimento precisa que usted continúe”. Bajo estas condiciones, dos tercios de los voluntarios continuaron tirando de los interruptores cada vez que la respuesta era equivocada, incluso cuando el sujeto mostraba dolores de agonía. Un tercio rehusaron a provocar semejante sufrimiento.
Se denomina Milgram en honor del nombre del psicólogo que llevó a cabo este experimento. Pero se le podría denominar de otras maneras, como “experimento sobre la barbarie humana”, “experimento que demuestra el verdadero talante del hombre”, y otras lindezas que nos llevan a comprender por qué han sucedido genocidios a lo largo de nuestra historia, algunos muy recientes. La excusa de los ejecutores es siempre la misma: yo obedecía órdenes. A los que dan esta excusa habría que ordenarles: ¡Mátate!

La oveja feroz
01.05.2011